La Catrina, originalmente llamada Calavera Garbancera, fue creada como una metáfora representativa de la alta clase social que prevalecía antes de la Revolución, y se convirtió en un símbolo cultural, sobre todo, en un personaje popular del día de muertos; representada con vestimentas elegantes y elaboradas, para algunos resulta una muestra de tradición y belleza.
Inspirados en la celebración de día de muertos y la calavera que le sonríe a la vida, Andrew Gallimore, artista del maquillaje de Reino Unido, y quien ha trabajado en rostros tan diversos como el de Marilyn Manson y Elizabeth Hurley, utiliza influencias claras como las máscaras de Maison Martin Margiela en el pasado desfile de otoño invierno 2013.
Las mujeres cuyas caras son pintadas de negro carbón, son los lienzos para calaveras vivas ornamentadas de flores, joyas, dientes de perlas o sonrisas de espinas que nos permiten mirar a la muerte a los ojos, sin miedo ni violencia. Máscaras que representan a la Catrina, sin olvidar la elegancia de la que goza.
John Rankin Waddell, otro partícipe del proyecto, es un fotógrafo inglés, editor y director quien ha trabajado con grandes personalidades como la reina Isabela II, Tony Blair y Leonardo di Caprio.
Rankin tiene la especialidad de realizar retratos y es por eso que involucra todo su enfoque ingenioso y revolucionario para retratar a la muerte desde la perspectiva más exquisita.
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