Desde el primer momento que vi el cartel de HER me conquistó. Esa mirada entre inocente y triste de su protagonista –Joaquin Phoenix–Esos seductores ojos azules-verdosos y la camisa rojiza superpuesta con un intenso fondo rosa coral hizo preguntarme si esta sería la estética de un futuro no muy lejano, porque yo encantado.
HER está llena de guiños hispter tan de moda de ese grupito de directores de la talla de Sofia Coppola y Wes Anderson.
Spike Jonze, director y guionista, se lleva a casa los prestigiosos galardones de múltiples certámenes de cine por el mejor guión original y numerosas nominaciones a la banda sonora, encabezada por los grupos indi Arcade Fire o la cantante Karen O (con la canción nominada 'The Moon Song').
La presencia de la moda hispter está tanto en la película en sí como en el vestuario, trabajo de Casey Storm. Un estilismo alejado del 'clasicismo futurista' repleto de plateados y blancos, para jugar con unos tonos cálidos y relajantes que acaban por transmitir soledad y nostalgia. Un fitting o patronaje ligero, sin ser ancho, con una vocación de universalidad.
Storm mira hacia el pasado para representar el futuro. Escoge texturas y prendas inspiradas en múltiples épocas. Una oda a aquello que dejamos atrás, pero tan actualizado que se vuelve vanguardia.
Los años cuarenta se reflejan en un look hipster-nerd protagonizado por pantalones de talle alto y cintura estrecha que sujetos mágicamente parecen ser cómodos, casuales e incluso desaliñados.
Los años 30 vienen de la mano de las populares gafas de Warby Parker y el espeso bigote del protagonista que evoca al 'majete' Steve Urkel y al ‘street style’ de los barrios más hipsters del momento - Williamsburg, Malasaña…-.
Para las camisas de entalle "regular" utiliza sugerencias de los años 60, pero actualizadas gracias al botón visto y bolsillo. Una prenda con mayor libertad en los cuellos –corto, mao o sin dobleces–para crear un nuevo hombre que mantiene la tradicion, pero liberando su uso.
La paleta cromática evoca a los 70's –rojos pomelo, amarillos ocre y azules pastel– y los colores planos inspirados en la fotografía japonesa de Rinko Kawauchi.
"Los colores de Jamba Juice" como dice Spike Jonze, crean un mundo apetecible para vivir. Un mundo utópico. Un mundo feliz.
Los personajes también ocupan un lugar en los comentarios hacia sus estilismos, aunque Samantha (voz de Scarlet Johansson) al ser un personaje de voz no presenta ningún tipo de vestuario, pero nos da pie a la imaginación.
Las dos mujeres importantes en la vida de Theodore –Rooney Mara interpreta a Catherine– escogieron un estilismo pulcro basado en prendas simples y clásicas, sin evidencias claras del 'estilo futurista de Storm'.
Amy Adams –interpreta a Amy– muestra outfits relajados bajo un estilismo masculino, compuesto por pantalones militares anchos y tobilleros, suéteres superpuestos a camisas con el primer botón abrochado y grandes carteras bandoleras. Siempre con tintes bohemios, un tanto desprolijo, aunque con buen gusto. El pelo recogido perfectamente descuidado y sin maquillar. La gama de colores es neutra, "como un estilo Cholo" dice Storm, de los latinos pandilleros de Los Angeles, pero con un punto cool.
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Uno de los grandes temas de conversación que ha generado este filme en Estados Unidos es la decisión de su director de recuperar los pantalones de tallo alto. Así que si tu miedo era que los pantalones de Julian Muñoz o Steve Urkel volviesen, vete preparando porque ya hay una colección inspirada en la película, bajo la dirección de una de las tiendas favoritas de los hipsters neoyorquinos - a 150 euros la pieza- Opening Ceremony.
Esta firma rediseña los patrones que posiblemente sean una tendencia en un futuro no muy lejano. "La verdad es que uno nunca sabe en qué se va a fijar la gente, nunca me lo hubiera imaginado”, dice Jonze, como si aquello fuera difícil de procesar para un hombre que ha creado y destruido modas a su antojo en los últimos 20 años.
Solo queda decir que el cineasta Spike Jonze, junto con el diseñador de fotografía, los diseñadores artísticos, de vestuario y editores han logrado que este largometraje sea un hito en el género del drama romántico desde una perspectiva futurista muy próxima, donde es evidente el triunfo de la calidad sobre la cantidad.
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